Las trabajadoras del hogar

    01 jul 2022 / 17:00 H.
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    La guerra contra la economía sumergida pasa por el aumento de los derechos a quienes se ven obligados a ocultar sus empleos para que no tengan que pagar más que cobran. Tal es el caso de las trabajadoras del hogar, un oficio al que también se suman hombres, pero que, fundamentalmente, está capitaneado por mujeres que encuentran una salida laboral, en forma de complemento para sus familias, en un servicio esencial para la sociedad actual. El Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo y Economía Social, quiere llevar al Consejo de Ministros para su aprobación en el mes de julio el Real Decreto Ley que adaptará a la legislación española el convenio recientemente ratificado por España para que las empleadas del hogar cuenten con los mismos derechos que el resto de trabajadores, como el de la prestación por desempleo, o a unos salarios adecuados. No es de recibo que se ralentice una medida que es una exigencia pública y que, por culpa de las trabas burocráticas y la falta de voluntad política, duerme en el cajón del olvido. Importante será escuchar a los sindicatos para que el Gobierno, que es el que tiene las competencias en la materia, pueda atender todas las peticiones que proceden de quienes se sienten apartadas del mercado laboral ante la ausencia de una legislación que les beneficie. La sociedad es tan cambiante que el aumento de la esperanza de vida hace que cada vez haya más trabajo en el sector del cuidado de las personas mayores, que es donde se enmarca la mayoría de este tipo de trabajadores, una salida laboral que es crucial en el mundo rural, donde la tasa de paro entre la población femenina se dispara hasta porcentajes que provocan vergüenza.

    Editorial