La desagregación de datos

    03 abr 2020 / 16:29 H.
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    En una jornada en la que España superó la barrera de los 10.000 fallecidos, la provincia registró un comportamiento algo más positivo, dentro, eso sí, de la dureza de las cifras. Dos muertes hubo que lamentar en las últimas veinticuatro horas en una tierra que, a tenor de lo que dicen los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, sigue con responsabilidad el cumplimiento del decreto de estado de alarma. El repunte generalizado, sin embargo, no altera una tendencia de desaceleración en términos relativos que se observa desde el 25 de marzo en el ámbito nacional, donde hay que tener en cuenta que el país acumula el 20% de las víctimas mortales por coronavirus de todo el mundo. Cierto es que como los números absolutos de contagios son tan desorbitados, la curva empezará a descender, verdaderamente, cuando bajen las cifras de positivos. La cifra que miran con mucha atención los especialistas es la del número de hospitalizaciones, con diferente tendencia en cada una de las comunidades autónomas. Hay, por cierto, polémica en cuanto a si se deben conocer, o no, los datos de contagios por municipios. El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, emitió una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para preguntarle al respecto y, en este sentido, el máximo responsable del Gobierno en esta crisis sanitaria le respondió que lo mejor es que las estadísticas sean provincializadas ante posibles efectos sociales que puedan suponer un problema añadido en la gestión diaria. Sin embargo, hay alcaldes, como el de Villatorres, que necesitan conocer los casos que hay en su municipio, en concreto en Villargordo, para atacar con mayor dureza al coronavirus.

    Editorial