Frente abierto con el autobús

    24 feb 2020 / 08:42 H.
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    Hay un nuevo frente abierto contra el servicio de autobuses urbanos. La Comisión de Transparencia y Control de Empresas Concesionarias, celebrada en el Ayuntamiento de la capital, inaugura un nuevo capítulo de enfrentamiento que, si nada ni nadie lo impide, terminará, una vez más, en los tribunales. Adelante Jaén, que preside el órgano municipal, sacó a relucir la tipología de los contratos de la firma Herederos de José Castillo, S. L., más de treinta por obra y servicio, ante lo que la compañía mostró su enfado monumental al tratarse, según dijeron, de información privada, de la que debe tener conocimiento el Ayuntamiento de Jaén, pero no la ciudadanía. Las cámaras de vigilancia instaladas en el interior de los autobuses también encendieron los ánimos ante una supuesta ilegalidad que, sin embargo, la empresa desmiente con documentos en la mano. La instalación audiovisual, de consumo interno, se inauguró hace tres años, después de cumplir los trámites necesarios de petición de permisos al Gobierno central. La concejal de Adelante Jaén Lucía Real lanzó duras críticas hacia Autobuses Castillo porque, según ella, las cámaras lo único que contribuyen es atentar contra sus derechos, lo que será objeto de un exhaustivo estudio. Lo que queda claro es que el Ayuntamiento quiere acabar con la concesionaria, no solo porque sea la única que haya pasado por la gestión del transporte urbano de la capital, desde su puesta en funcionamiento, sino también, y fundamentalmente, por contribuir a una mejora de un servicio que es clave en el día a día de la ciudadanía. Su papel también será relevante cuando se desbloquee el tranvía, si es que algún día se consigue.

    Editorial