Fiesta para la autoestima

    30 nov 2020 / 16:46 H.
    Ver comentarios

    La séptima edición de la Fiesta del Primer Aceite marcará un antes y un después en el camino de una celebración que nació con la pretensión de ensalzar el producto estrella de Jaén. La pandemia, que nada ni a nadie deja indiferente, obligó a la organización, en manos de la Diputación Provincial de Jaén, a reinventarse y, en lugar de optar por su aplazamiento, la decisión de hacerla virtual resultó todo un acierto. Más de setenta firmas, entre aceiteras y aquellas relacionadas con los subproductos del olivar, participan en una edición diferente y, a la vez, novedosa. Las empresas encuentran en esta plataforma el escenario idóneo para vender sus marcas a todo el mundo, porque es la ventaja que tiene todo lo que toca internet, que es una ventaja abierta más allá de las fronteras de la provincia de Jaén. La promoción de las bondades que conlleva para la salud, para la gastronomía y para la economía en general recolectar las aceitunas en el momento más oportuno y con los parámetros que marcan los especialistas para mejorar su valía es clave para que quienes viven del campo vean reconocida su labor diaria. Cada vez son más las experiencias contadas de aceites de cosecha temprana y rara es el almazara que no tiene un producto “premium” en sus estanterías. Conseguir que el valor añadido se quede en casa es el gran reto, porque está claro que el de la producción está más que superado, pero queda camino por recorrer en el de la comercialización. No hay mayor forma de “vender” las bondades del aceite de oliva de la tierra que empezar a creernos algo que no es más que una realidad: el producto de nuestro olivar es el mejor del mundo. La Fiesta del Primer Aceite contribuye a la autoestima.

    Editorial