El tren, de principio a fin

    24 sep 2019 / 08:56 H.
    Ver comentarios

    No es una novedad los continuos incidentes en los servicios ferroviarios que se ofrecen a los atribulados viajeros jiennenses. El último retrasó en dos horas la llegada a la provincia desde la capital sevillana en dos horas, dada la avería y el posterior traslado en autobús hasta Jaén. De igual forma, el servicio con destino a Sevilla, en el horario de mediodía, también sufrió un notable retraso. Este rosario de problemas con epicentro, por decirlo de algún modo, en Jaén y sus usuarios, sin embargo no despiertan un protocolo de seguimiento por los políticos que deberían exigir en cada momento explicaciones pertinentes. Los usuarios, en este sentido, sufren de manera silente un servicio que no está a la altura del servicio que se presta en este mismo país. Horarios que imposibilitan conectar con otros trenes o transportes, trayectos que se eternizan con numerosas paradas o servicios en los que el conductor no deja de sonar la bocina ante el gran número de pasos elevados o cruces del trayecto, falta de “avituallamiento”, entre otras cuantas incomodidades que jalonan el camino de los jiennenses que optan por este transporte público tan eficiente como poco cuidado en estas latitudes. Mientras la sociedad, gracias a los colectivos ligados al ferrocarril y plataformas ciudadanas siguen poniendo el grito en el cielo, se demanda también de la clase política un mayor celo para que todo este carrusel de incidencias tenga cumplido seguimiento y, al fina, el ciudadano sepa en todo momento por qué se producen. Una respuesta técnica junto a las correcciones administrativas pertinentes darían la sensación, al menos, de que se vigila y actúa para una mejor prestación del servicio.

    Editorial