El tiempo político se agota

Las reuniones se suceden sin solución de continuidad entre PSOE y Unidas Podemos en un desesperado intento por propiciar un acuerdo que permita la formación de gobierno, una vez descartado por parte de los socialistas que una coalición esté de nuevo encima de la mesa. Sin embargo, aunque el tiempo apremia, las heridas de la negociación están a flor de piel y las declaraciones de los principales líderes tampoco ayudan a destensar un ambiente político nada propicio. El país, mientras tanto, aguarda a que se despeje el escenario para poder confiar su suerte a un Ejecutivo que sea lo suficientemente sólido para poner en marcha medidas acuciantes para la economía, las pensiones y retomar un necesario papel en un volátil contexto europeo. Una negociación, por lo tanto, que no concierne solo a los partidos políticos sino que trasciende porque al país no le interesa un nuevo escenario electoral con la zozobra que ello implica. Además fueron los ciudadanos con su voto quienes situaron a sus líderes políticos en esta tesitura y tiene poco sentido democrático devolverle ahora el marrón a la ciudadanía. Pareciera como si solo cuando el tiempo en el reloj se agote se pueda llegar a un acuerdo de mínimos para poder comenzar a gestionar el gobierno del país. En cualquier caso, y dado los escenarios posibles que da el reparto electoral actual, convendría a nuestros líderes que mejoraran en aspectos tan cruciales como el acuerdo, el pacto y la negociación. De igual forma, los ciudadanos tienen que ser conscientes de que solo desde posiciones intransigentes es imposible alcanzar acuerdos. La cultura del pacto en democracia debe ser transversal, de arriba hacia abajo y viceversa.