El cíclico aumento del paro

06 nov 2018 / 11:35 H.

Suele ser octubre un mes malo para el empleo. Los agricultores se preparan para la recolección de aceituna, los temporeros regresan de recoger uvas o manzanas, los planes de empleo municipales se suspenden o se aplazan y la provincia, en cierto modo, prepara algo parecido a una bolsa de trabajo con vistas a la campaña oleícola. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social señala que el paro crece en todos los sectores económicos, por tercer mes consecutivo, pero a la vuelta de la esquina está la verdadera tabla de salvación. Camareros, vendedores, comerciantes, albañiles, obreros del metal y hasta estudiantes aparcan sus oficios para convertirse en aceituneros. Actualmente hay 52.941 personas inscritas en el censo oficial de demandantes de un puesto de trabajo, lo que constituye un incremento del 3,65% respecto al mes pasado. Sin embargo, entre tanta marejada de datos negativos, aparecen los que ofrecen un mar en calma: las cifras de este mes son bastante mejores que las de hace un año. El problema eterno es, sin lugar a dudas, la escasez de contratos indefinidos, lo que demuestra que existen dudas acera del futuro empresarial. Nadie tiene la varita mágina para zanjar la grave falta de puestos de trabajo, pero la solución pasa por una discriminación positiva hacia la tierra del mar de olivos por parte de las administraciones públicas en forma de inversión en infraestructuras determinantes para el desarrollo del territorio. Es urgente una apuesta pública y privada, conjunta y decidida, por el sector industrial como motor de progreso. Solo así los jiennenses no tendrán que salir de sus hogares para buscar dinero en otras provincias o en otros países, ya sea de forma temporal o indefinida.