Cuenta atrás para la feria

Empieza una semana en la que se verán los primeros actos enmarcados en la Feria de San Lucas 2022, la que cierra España y la que estará marcada con algo tan ansiado, después de dos años de pandemia, como es la normalidad. Ya no habrá mascarillas en las casetas que preparan con esmero esos valientes, en femenino y en masculino, que arriesgan su dinero con la finalidad de intentar recaudar fondos para el bolsillo privado y, por supuesto, para el de colectivos que necesitan el empujón de los jiennenses. Son muchos días de celebración, sin embargo, para la situación en la que se encuentra la economía y la amenaza real de una crisis que se notará más en una provincia en la que se espera una escasa cosecha de aceituna. No queda otra que arrimar el hombro, tirar de ahorros y vivir el día a día de un San Lucas que será muy especial para todos. Los caseteros están preocupados por los altos precios que tienen que pagar sólo por alquilar los módulos y enganchar los servicios básicos de luz y agua, a lo que hay que unir personal y la materia prima de lo que luego se servirá en las exquisitas mesas. Necesitan, en este sentido, todas las facilidades desde lo público para que su apuesta sea segura y la última feria del país pueda brillar con esplendor año tras año. La participación de jiennenses y visitantes en todas las actividades preparadas para vivir momentos únicos también será la clave del éxito, porque habrá carteles taurinos de prestigio y conciertos de altura siempre y cuando el público responda con la compra de entradas. De lo contrario, estamos abocados a ser una ciudad de segunda categoría que tenga que salir a otras provincias a encontrar lo que la capital no tiene.