Al fútbol se le hace largo todo

Hoy podía haber sido un día de celebraciones, pero no. La covid-19 ha suspendido el alegrón por el que todos suspirábamos, un ascenso de categoría para el Linares Deportivo. Tenía, a priori, dos oportunidades y malgastada la primera con el Real Jaén, que también se quedó en el camino pese a no perder en el play off ninguno de los dos partidos, se presentaba con lo deberes hechos y la máxima humildad frente al equipo del Marino, de Canarias. Un día antes se anuncia la suspensión porque el equipo insular presenta tres positivos por coronavirus en el examen realizado en la ciudad de Las Rozas, lugar de los partidos de la repesca entre los cuatro primeros eliminados en la primera ronda. Por encima de todo, la salud, no podía ser de otra forma, pero es que al día siguiente del decreto de suspensión, llega la noticia de que los tres jugadores no tienen la enfermedad y los positivos son “falsos”; esperpéntico todo, porque el equipo canario ya había viajado de vuelta (sin cuarentena, al contrario que el Fuenlabrada) y así las cosas, gasto para el Linares y el resto de equipos, que debe asumir una directiva que no cuenta con la ayuda de nadie y ahora está en “tierra de nadie”. El Linares Deportivo no sabe, a día 4 de agosto, si estará en Tercera División en la próxima Liga o si, finalmente, consigue el ansiado ascenso a Segunda División B, con lo que eso conlleva de nula planificación y, también grave, de sueldos que pagar a quien puede que no entre en planes deportivos futuros. El caso, sin duda alguna, es que al fútbol se le ha hecho largo todo el final y no ha sabido digerirlo como la sociedad demandaba de un sector que mueve miles de millones de euros y es ejemplo para todos en general.