Pacto de reconstrucción

    05 may 2020 / 16:37 H.
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    En 4.000 millones de años, nuestra galaxia colisionará. En contra de lo que pueda imaginarse, y debido a las formidables distancias siderales, no habrá una caótica devastación de planetas, sino una hermosa fusión de dos conglomerados celestes en un elegante vals cósmico. ¿Cómo es posible? Bueno, supongamos que nuestro sol fuera una canica normal de 1,59 centímetros de diámetro. En esta escala, la estrella más cercana a nosotros, Próxima Centauri, pasaría a ser un pequeño perdigón situado a 456 kilómetros. Así resulta improbable la colisión de sistemas estelares. En aquel remoto futuro los singulares habitantes de esos mundos podrán gozar relajadamente de unas noches espectaculares. Tan bello y similar vals, debería bailar la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. Una danza sin destrucción, sin choques, que aporte y fusione ideas para dejar atrás la crisis y encarar el porvenir con optimismo mediante la firma de un gran pacto de recuperación; un baile que entremezcle opiniones de unos y otros para sacar adelante a este país. Y si por fin, durante la coreografía, la derecha decide abandonar la bronca, nosotros, los mortales, asistiremos extasiados a la exhibición de la política bien entendida. Sería un espectáculo muy gratificante.

    Cartas de los Lectores