Vivir para escribir

22 nov 2017 / 08:46 H.

Siempre me he sentido un privilegiado por poder expresarme públicamente a través de Diario JAÉN. Desde que escribo el título hasta que al final confirmo que no me he pasado con el número de caracteres, supone para mí una responsabilidad cualquier frase que construyo con la que tratar de transmitir mis opiniones. Esa responsabilidad me lleva a constatar que cualquier colaboración que he firmado, a lo largo de todos estos años, podría volver a escribirla sin saltarme ni una coma. Y mira que he escrito de temas. Porque escribo desde mis más profundas convicciones, ancladas en mi experiencia y mi trayectoria, y que me han hecho ser cada vez más consciente de la realidad que me rodea. Siempre he denunciado la manera sesgada con la que nos llega la información, de manera que no nos permite ser ciudadanos comprometidos para saber metabolizarla sino que nos conformamos con consumirla sin una perspectiva histórica y colectiva. Y de esa falta de compromiso, nos hemos ganado a pulso la situación actual. La última Encuesta de Condiciones de Vida indica que la tasa de pobreza se incrementa anualmente, llegando al 22% de la población española. Que el 34% de las familias no llegan a fin de mes, y que casi 700 mil hogares no tienen ningún ingreso. Que siete de cada diez hogares pasa frío y tres de cada diez aceptan trabajos sin contrato y, lo que es más bochornoso, la imposibilidad de ahorrar en dos de cada tres. Ante esos datos tan desangrantes e insolidarios no podemos quedarnos impasibles. Semestralmente la Agencia Tributaria publica un listado de obligados al pago que, cada uno de ellos por encima de 1 millón de euros, mantienen deudas con todos nosotros. No han sido capaces de suspender la vía de apremio garantizando la deuda. Y nadie les reprocha su insolidaridad con las personas desfavorecidas. Y en España hay un 16% más de millonarios que el año pasado, cerca ya del medio millón de personas. Mi coherencia es la mejor herencia que puedo transmitir a mis hijos. Escribiendo me siento vivo y comprometido.