Vacaciones y docentes

    10 abr 2022 / 16:00 H.
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    Pues que el tiempo vuela y estamos ya en Semana Santa y... vacaciones para el alumnado y para el profesorado... Eso sí, para este último las vacaciones son un estigma por el que tiene que pagar un alto precio, porque claro, como todo el mundo sabe los docentes solo vamos a clase y soltamos charlitas y no hacemos nada más... Cada vez que digo “estoy de vacaciones” escucho un “anda que no vivís bien los maestros y las maestras” (lo de las maestras lo he añadido yo, porque lo normal es que solo digan maestros, porque como todo el mundo sabe, en los CEIP e IES solo hay docentes machos). Pero es que lo cierto es que poquitas personas valoran el esfuerzo y la labor del docente. Pertenezco a un colectivo de “vividores”, según algunos, puesto hago lo justo y poco más que levantarme por la mañana y soportar a sus churumbeles seis horas al día. Para otros pertenezco al mundo de “es de esas docentes que solo sabe exigir y no empatizar”, porque hay días en que las clases tienen demasiada teoría o simplemente porque has evaluado un criterio de evaluación y le ha llegado la nota un poco baja por la APP a la familia. O, simplemente, soy de esas profesoras que “no trabaja, está todo el día de fiesta en sus clases” porque he gamificado la sesión y el alumnado se divierte algo... El caso es que pertenezco al mal visto cuerpo de la enseñanza y todo el mundo se cree en derecho de opinar sobre lo que hago, cómo lo hago y cómo debería hacerlo. Porque han salido pedagogos a puñados por el mundo, y claro, estamos en el foco. Si cambia la ley, la culpa es del docente; si el alumnado se pelea, la culpa es del docente; si el alumnado trabaja poco, la culpa es del docente; si el alumnado está cada vez menos motivado, la culpa es del docente; si está demasiado implicado, la culpa es de las familias que lo motivan a trabajar... El caso es que los y las profes tenemos la culpa de que la primavera haya empezado con un tiempo de perros. ¿Ustedes se imaginan que operan a mi madre y le digo al cirujano: “Mire usted, lo que tiene que hacer es abrir por aquí justo y mover un poco la cosa esa que hay ahí y meter un poco de sangre y luego cierre con punto de cruz que queda más bonito”? Pues esto es lo que vivimos constantemente quienes trabajamos en un centro educativo, sea del nivel que sea. Todo, absolutamente todo el mundo cuestiona tu forma de trabajar, nadie ve el trabajo que realizas en casa, las horas que pasas planificando, gamificando, preparando clases, buscando proyectos, tareas y mil formas de enganchar a un alumnado que cada día está más desmotivado, que cada día desconoce más sus obligaciones y que cada día inventa más derechos. Pero el caso es que estoy de vacaciones, merecidas vacaciones de Semana Santa, y que parte de ellas las invertiré en buscar cosicas para mi alumnado, a pesar de los pesares.

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