Una vil mentira

Ver comentarios

Antes de empezar el desarmen entre Rusia y Ucrania, ya olía mal tanto armamento en las mismas lindes entre las dos naciones. Putin repetía que eran meras pruebas armamentísticas y nada había que temer. Ante la desconfianza de Europa y EE UU, él volvía a señalaba que no quería guerras, que eran unas simples pruebas y nada más. Bueno..., nos lo creímos a medias. Hacíamos un rictus extraño y manteníamos nuestras propias conjeturas en silencio. Al final la guerra ha sido. Se han plantado en Ucrania con toda su crudeza y destrucción. Un vil engaño. Las palabras de Putin y su reputación han caído a la arena. Las imágenes que se nos ofrecen hielan la sangre. No se está respetando a la población civil como se debiera. Hospitales de maternidad, colegios y vías por donde huyen las personas para salvar sus vidas, no son seguros. Ochenta y cinco niños han perdido la vida y doblada esta cantidad en adultos. Una guerra fría y calculada que crece de forma pavorosa y sangrienta. El presidente ruso Vladimir Putin, no parece constreñir el gesto ante tal destrucción. El temor nos ronda con las centrales nucleares. La OTAN, me imagino muy atenta ante el más leve roce por nuestra seguridad. Aunque si ocurriera lo contrario, apretando los dientes tendremos que decir: Todos estamos en guerra.

Articulistas