Un sindios

    10 feb 2020 / 08:41 H.
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    El concepto de lo general, que ahora llamamos genérico, nos sirve para justificar situaciones que no definen nada concreto. Así culpamos al mercado, a la globalización, a los aranceles , de nuestros problemas. Y formamos un “totum revolutum” de conceptos, de abstracciones, que paralizan e impiden que organismos públicos y privados, se pongan manos a la obra y trabajen punto por punto, cada uno de los asuntos que impiden que se avance hacia un futuro mejor. Nos enfrentamos a tal cantidad de obstáculos, de políticas, de giros ideológicos, de cambios climáticos, que las cabezas pensantes no deben dar para conseguir ayudar a sobrevivir e incluso sacar rendimientos. El sector olivarero, lucha contra sus demonios internos: minifundismo y minicooperativismo versus latifundismos y colonizaciones por grandes empresas ajenas al olivar; unos y otros rehenes de los intermediarios y la gran distribución alimentaria; y, ahora, con las puertas cerradas, por diferentes motivos, a los grandes mercados chino y norteamericano. No importa que nuestro aceite cada día sea más apreciado por consumidores y expertos en nutrición y alimentación. “La pobreza engendra pobreza” y, por si faltaba algo, ahora viene un relator de la ONU y apostilla que somos lo peor en nichos de pobreza. Un “sindios” que diría Cuerda.

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