Un junio como abril, o “junil”

Decía la letra de la famosa canción de Joaquín Sabina: “¿Quién me ha robado el mes de abril? ¿cómo pudo sucederme a mí?”. Y es que pisando ya verano, con la sensación de haber llegado hasta él teletransportados y sin haber hecho parada en la primavera “trompetera”, es difícil sacarse del cuerpo la impresión de que hay cosas que se nos han quedado por el camino. Teníamos en mente una vuelta a una normalidad que habíamos dejado atrás, pero supongo, que con la intención de volver “in situ” a aquel 14 de marzo que se tragó nuestra primavera y la ilusión humana de nunca terminar perdiendo. Las flores siguieron su curso hasta estallar en rojo reventón, la sensación atmosférica de “ni frío ni calor” nos está perdonando un poco la vida en un junio guasón vestido de abril y nuestras vidas hicieron parada en una estación en la que, a pesar de nuestra quietud, el tiempo no se detuvo. Volvemos en este “junil” a una nueva vida en una nueva normalidad en la que ya conocemos de la ferocidad de la naturaleza, con la amenaza voladora en forma de mosquito o avispa extranjeros, cargando con la certeza áspera de los más de 28.000 y en la que ojalá seamos más conscientes, y, sobre todo, más humanos.