Un buen plan

    04 jul 2019 / 11:36 H.

    Yo es que me mondo. Ahora cualquier hijo o hija de famosete de medio pelo (y de los que viven del cuento) quiere ser o “influencer” o “youtuber”. Vamos a ver, que la cosa tiene miga: se supone que desde esa plataforma de masas, y además si se aporta el peso de poder tener personalidad arrolladora, tú, el aspirante a influencer, atraerás a una serie de espectadores que pronto se convertirán en tus seguidores incondicionales. No faltarán a tu cita mediática, se empaparán de tus discursos (si es que los tienes, que lo dudo), escucharán los consejos que les brindes, mirarán embobados todos y cada uno de los modelitos y complementos que indiques o exhibas, seguirán tus indicaciones sobre dieta sana, ejercicios de mantenimiento, excursiones a lugares exóticos o muy guays, etcétera, etcétera. Y todo eso lo van a hacer por ser tú quien eres, por tu cara bonita o por tener un padre o madre que se despelleja viva en un programa de televisión. Y, además, podrás vivir sin dar un palo al agua, que es lo que en realidad pretendes, cual hacen tus progenitores. Total, un excelente plan de vida y futuro.