Trinidad laica

    28 jun 2020 / 10:42 H.
    Ver comentarios

    Como el misterio de la Santísima Trinidad es el dogma fundante en el cristianismo lo es la libertad, igualdad y fraternidad a lo que yo denomino “trinidad laica”. Recuerdo las palabras del cardenal Martini: “La Iglesia lleva 200 años de retraso respecto a la sociedad”. Fue la revolución francesa la que sacralizó una ruptura con el mundo moderno alumbrando la edad contemporánea. Fue tan decisiva que aún los términos derecha e izquierda, capitalismo y comunismo tienen su origen en la división entre jacobinos y gerundinos, los primeros defensores de la igualdad (Robespierre y Rousseau) y los segundos en la libertad que se nutrían de la burguesía (Brissot). La eterna pugna entre la derecha que defendía la libertad como supremo bien y la izquierda que apostaba por la igualdad. La libertad nos ha llevado al capitalismo y al liberalismo, la igualdad al comunismo que, con “semillas de verdad” ha sido un desastre como fundamento social ¿qué nos queda? La fraternidad, una palabra profundamente cristiana, pues encierra la libertad y la igualdad. Recordar y vivenciar el único mandato de Cristo: “Amaos unos a otros”, es afirmar el bien de esa trinidad laica donde la libertad, igualdad y fraternidad son diferentes y a la vez forman una unidad todopoderosa.

    Articulistas