Finales infelices

Los concursos realitys de la televisión suelen terminar como terminan, con un final feliz para unos y defraudador para otros. Se dice que el público es soberano y su decisión es la que manda. Pero ni en “Gran Hermano”, ni “Supervivientes” ni tan siquiera en “Got Talent”, donde debe privar el arte, esta soberanía del público fue justa. Como en tantas otras facetas de la vida suele decidir el dinero. El resultado final de “Got Talent”, pese a contar con un miembro del jurado tan serio y riguroso como Risto Mejide, ha sido injusto. Hubo actuaciones mucho más meritorias y con mucho más arte que la de la murga canaria Zetas Zetas, una actuación que en el Carnaval de Cádiz tal vez hubiera pasado casi inadvertida. Pero sus componentes son muy numerosos y suman más familia y amigos que un concursante que se presenta en solitario. Lógicamente las llamadas a favor de los que tienen más favorecedores son superiores. “Got Talent” no ha tenido un final feliz para quienes hemos valorado casi todas las actuaciones de los concursantes. Ni lo fue tampoco para el jurado, especialmente para Risto.

Ya ha empezado a cocerse una nueva edición de “Supervivientes” y ya, nada más que iniciarse, a pesar de que algún grupo no tiene fuego, la llama de la discordia ha prendido. Hay participantes que llevan su estrategia bien aprendida y la ponen en juego desde el primer minuto. Y meten la patita quizás porque necesiten más ensayo, más entrenamiento. No cabe duda de que el centro de atención de esta edición es la presencia de Isabel Pantoja en la isla. Yo mismo dije que la tonadillera iba a encontrar mucho apoyo de los cuantos palmeros que la acompañan, incluso el de Jorge Javier Vázquez en el plató. El presentador se ve que no quiere ganarse de nuevo la enemistad de la Pantoja. Pero ya en estas primeras vueltas que se le han dado al guiso, ha surgido alguien que quiere robar el protagonismo a Isabel y al resto de concursantes. Y no es otro que el ya bien curtido en las tareas de la televisión y de los realitys, Carlos Lozano. Carlos Lozano lleva —bien lo parece— la idea fija de significarse practicando un tremendo acoso y derribo contra la figura más popular de la isla, Isabel Pantoja. Y se ha pasado unos cuantos pueblos. No pretendo defender a la Pantoja, que ya se defiende bastante bien ella sola, pero Carlitos se ha hecho un retrato que no le favorece. Se ha retratado como un insoportable.