Telebasura

03 dic 2018 / 09:14 H.

Te dispones a tomarte un descanso, es probable que después de una larga jornada laboral. Te sientas y, mando en mano, aprietas el botón de puesta en marcha de tu televisor. Y ahí están ellos, un conjunto de personajes dispuestos a entretenerte a cualquier precio. Los miro absorta, y pienso en toda esa gente que dedica muchos años de su vida a formarse, mientras sueñan con un futuro lleno de pasión dedicada a la profesión que les gusta. Terrible contraste, porque ahí están los otros, los incultos, los que van a la tele a buscar a su media naranja, o los que se encierran en una casa para exhibir sus miserias sin pudor alguno, ganando cantidades ingentes de dinero en un breve periodo de tiempo y que después, despilfarran más rápido todavía mucho antes de pagar los impuestos correspondientes, claro está. Sigo analizando y me cuestiono cuánto vale la dignidad de un ser humano, si se compra o si se vende o si después habrá terapia capaz de reubicar a esas personas en su lugar de origen. No lo sé, lo que sí sé es que estamos proyectando una forma de vida a nuestros niños que no es nada acertada. Fácil y rápido, eso sí. Vuelvo a pulsar el botón de encendido, pero esta vez la telebasura se apaga.