Susana
y Teresa

26 nov 2018 / 11:31 H.

Las elecciones andaluzas se aproximan como un párrafo cervantino a sus novelas ejemplares en el alba de la libertad. Las encuestas anuncian unos resultados apretados y laberínticos, que habrá que leer, en el caso de confirmarse, entre líneas joyceanas. Ganará Susana Díaz, pero lejos de la mayoría absoluta, que, renglón a renglón, ha pasado al verso de arte menor, en que consiste una rima extendida en su horizonte fugaz. La trianera va a tener que definir el término pacto, como si fuera un ejercicio de la nueva hermenéutica. A derecha e izquierda tendrá que observar cómo transcurren los instantes proustianos del tiempo, que, pareciendo eterno, es transitorio y leve. Susana sabe muy bien que Teresa Rodríguez, la líder (o lideresa) de Adelante Andalucía, no es una metáfora, sino una mujer que es fiel a sus principios y a sus ideas. Juan Marín, de Ciudadanos, ha dicho que no vuelve a pactar. Moreno Bonilla está en otra literatura. Y queda Teresa Rodríguez, la roteña, la gaditana, comprometida con decir lo que piensa, como una musa quevediana en los mejores sonetos de la semántica áurea. «Gobernar es pactar; pactar no es ceder», dijo Gustave Le Bon. Susana y Teresa. Teresa y Susana.