Somos el término medio

    03 mar 2021 / 12:20 H.
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    Con motivo del asunto Colce, que tan de cabeza nos trae estos días, me viene a la cabeza una reflexión, y es que los jiennenses no tenemos trabajado el carácter reivindicativo. Obviamente, nuestros padres no nos enseñaron a vociferar en la vía pública, ni a quemar contenedores o marquesinas, ni a agredir o escupir a los agentes de la autoridad. No nos gustan las extravagancias ni los grandes aspavientos. Qué le vamos a hacer. Nuestros abuelos enseñaron a sus hijos a deslomarse trabajando, a valorar intensamente los buenos momentos y a las buenas compañías, y, por encima de todo, les enseñaron a sobreponerse ante cualquier adversidad y seguir tirando hacia adelante. Y así, hemos llegado nosotros. Con ese cariz y esa forma de ser. Pero no nos equivoquemos, ese carácter pacificador, la mesura de nuestro comportamiento, dista mucho del talante conformista con el que algunos pretenden describirnos. Y, entre aquella violencia urbana que somos incapaces de practicar, gracias a Dios, y la pasividad o apatía con la que algunos nos retratan, hay un término medio. Ese término medio somos los de Jaén. Entendemos que las agresiones no conducen a nada. Que hay otros caminos menos bruscos, a tener en cuenta, para conseguir lo que queremos. Pero es indispensable que esas otras alternativas las practiquemos, las pongamos en marcha, si es que nuestro deseo es salir del pozo en el que, a nuestra provincia, han ido enterrando, nuestros políticos, década tras década. Margen de confianza les hemos dado, sin duda. A todos ellos. De todos signos y de todos colores. Paciencia con ellos hemos tenido, creo que de sobra. Pero, su desidia a defendernos con uñas y dientes. Su esfuerzo por conformarnos con nimiedades. Y su empeño por trabajar, únicamente, en defensa de sus propios intereses, se ha hecho tan evidente, que ya no podemos confiar en la clase política. Ya sí debemos ser conscientes de que nuestro destino está, solo, en nuestras manos. Sólo nos queda confiar en los efectos de lo que somos capaces de hacer nosotros mismos. Y eso que podemos hacer los jiennenses, fieles al carácter sosegado que nuestros mayores nos transmitieron, es hablar en las urnas, cuando toque, y participar en las movilizaciones ciudadanas, cuyo objetivo común sea el de defender a nuestra provincial de la humillación a la que nos tienen acostumbrados.

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