Sociedad
del lamento

    11 sep 2020 / 17:51 H.
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    La historia de Occidente es, entre otras, la historia del lamento de las sociedades, tanto antiguas como actuales, ante sus catástrofes. El lamento, que es la respuesta impotente ante una adversidad, está relacionado con la sumisión y la dependencia. Los dioses quieren a los humanos sumisos y dependientes; los reyes a sus súbditos; los padres a sus hijos; los hombres a las mujeres; los ancianos a los jóvenes, los jefes a sus empleados y así sucesivamente; el castigo (terremotos, volcanes, enfermedades...) es la respuesta contundente ante la insumisión. Pero la historia de Occidente también es la de la lucha por la independencia de toda autoridad, divina o humana (rey, jefe, marido, padre...). Cuando se logra la independencia se ha de luchar por superar la tendencia heredada a la sumisión; esto es más difícil; exige un cultivo mayor de la inteligencia. El lamento debe ser sustituido por algo más eficaz, por ejemplo, ¿cómo podemos superar el problema? Sin duda, mirando hacia adelante, venciendo los infortunios; esto ya es un signo inteligente. La nostalgia de momentos anteriores al problema supone debilidad y produce depresión; superar los reveses, enfrentándose a ellos, es lo inteligente.

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