Simplemente lectura

27 oct 2018 / 11:44 H.

Es obvio que para escribir bien hay que leer bien, pero no toda persona que tiene una buena lectura compresiva tiene la capacidad o el arte de escribir bien, o no se lo ha propuesto. Pero, sin lugar a dudas, la lectura y la escritura son las dos caras de una misma moneda, con los matices anteriores. El hábito de la lectura se debe adquirir desde la primera infancia, de tal manera que hábito y aprendizaje deben ir siempre de la mano. El aprendizaje de esta instrumental básica comprende los años de la Educación Infantil y la Educación Primaria. Es a partir de la adolescencia, con el pensamiento formal, cuando la madurez lectora se alcanza, y debe manifestarse claramente con un tipo de lectura denominada “comprensiva”. El hábito de leer, desafortunadamente, no lo tienen demasiadas personas y la única manera de alcanzarlo es transformar la actividad en placentera y lúdica. Si se hace como una actividad forzada el efecto será al contrario. Es fundamental recordar que uno de los requisitos básicos de una lectura comprensiva es el “sentido crítico”. El lector ha de utilizarlo en dos aspectos: a) la selección previa de la sobrecarga de información diaria b) el posterior análisis y valoración de lo leído.

En la edad escolar sigue siendo el objetivo prioritario del profesorado que todo el alumnado aprenda a leer y a escribir con soltura. Para las diferentes edades de las personas existen planes de lectura de las administraciones locales y de la administración autonómica, que intentan fomentar la conveniencia de leer en pos de una formación integral de los ciudadanos, pero eso no es suficiente. Hay que seguir exigiendo el incremento de recursos, programas, planes... que permitan, a corto o medio plazos, mejorar ese bajo estadístico de lectores jiennenses, porque en la actualidad nuestra provincia continúa posicionada en el grupo de cola de las provincias andaluzas.

No obstante, hay una institución pública, El Centro Andaluz de las Letras, que realiza una amplia labor de divulgación de la lectura y la escritura en nuestra comunidad. El CAL suscribe convenios con los distintos ayuntamientos andaluces con la finalidad de impulsar la lectura y cultura en general. El programa lector se denomina “Red Andaluza de Clubes de Lectura” y cuenta con 606 Clubes de Lectura en Andalucía. Este organismo tiene una delegación en la Biblioteca Pública Provincial, calle de Santo Reino.

Como buenas prácticas es positivo destacar algunas iniciativas privadas jienenses. Entre ellas la de Diario JAÉN, que lleva desarrollando desde hace cuatro años su campaña para el fomento de la lectura, dirigida al alumnado de los distintos centros educativos. En este curso escolar se está llevando a cabo en diecisiete pueblos de la comarca de Sierra Mágina, bajo el lema: “Aula de Lectura: Disfruta, aprende y vive con la prensa en tu barrio.”

En una línea parecida está la editorial Liberman, conocida por sus insistentes campañas en pos del fomento de la lectura. Bajo el lema “Leer distingue” se convierte en una clara apuesta por la pasión lectora. Hay que aclarar que esa “distinción” en ningún momento tiene sentido de exclusividad o clasismo, sino todo lo contrario; su finalidad es contagiar el placer de leer a todas las personas, con independencia de su edad o de cualquier otra variable.