Silencio ensordecedor

    09 abr 2021 / 10:13 H.
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    Frente a la enorme cobertura informativa sobre la pandemia en los medios de información españoles uno de los temas silenciados es el de la escasez de vacunas para atajar la enfermedad. Es curioso que uno de los mayores problemas para el control de la covid-19 no provoca ningún debate en nuestro país. Sería interesante analizar las razones de este silencio ensordecedor, preguntarnos el motivo por el cual es incompatible llevar a cabo la imprescindible y urgente vacunación de la población con la normal actuación del mundo económico y empresarial que hoy día domina el mundo.

    Es sorprendente, por ejemplo, en la Unión Europea, observar el bajísimo porcentaje de población que está vacunada a día de hoy contra la covid-19. La realidad es que está muy por detrás de la auténtica capacidad de producir esas vacunas en los países que formamos esta unión, tenemos en conjunto un gran tejido empresarial con una capacidad de producción farmacéutica de las más elevadas del mundo, sin embargo, se está produciendo la contradicción absurda del grave problema de la falta de vacunas. La UE ha sido, detrás de EE UU, el segundo grupo de países que más dinero público ha puesto para financiar la investigación y producción de vacunas. Tanto la Comisión Europea, sus gobiernos y sus máximas autoridades manifestaron desde el inicio de la pandemia su enorme interés por entregar fondos públicos, que salen de nuestros impuestos, para ayudar a la investigación. Se movilizaron miles de millones de euros para el apoyo a la investigación y producción de vacunas, dinero público que ha sido determinante para la producción, entre otras, de vacunas tan conocidas como Pfizer-BioNTech, Oxford-AstraZeneca o Moderna. Sin embargo, volvemos a encontrarnos con más paradojas disparatadas: los compradores de las vacunas son las autoridades estatales y la producción es un negocio privado. En resumen, podemos decirlo sin pelos en la lengua, los responsables de que no haya vacunas para la gran mayoría de la población son los sectores farmacéuticos privados y su dominio a nivel mundial, el objetivo de alcanzar beneficios empresariales está llegando a unos niveles sin precedentes. También hay que señalar la batalla existente que están librando, a pesar de los silencios ensordecedores, por defender las patentes de sus fórmulas para producirlas y que, vuelvo a repetir, han sido financiadas con fondos públicos.

    A pesar de los silencios ensordecedores debemos hablar del gran número de asociaciones científicas de profesionales de la salud pública que proponen interrumpir temporalmente, mientras dure la pandemia, las patentes. Se trata de no esperar más para que lleguen esas vacunas a todos los países del mundo y que se permita a muchísimos de estos el poder fabricarlas y no tener que depender durante años del monopolio de las empresas farmacéuticas. No hablamos de tiempo, hablamos de vidas. Ni siquiera las autoridades y la burocracia europea parecen ser conscientes de esto, de que el tiempo se traduce en muerte en esta tremenda situación que vivimos. Cuando la EMA, la agencia europea del medicamento, tarda tres semanas más que su homóloga en
    EE UU en aprobar una vacuna contra la enfermedad estamos hablando de un coste de cincuenta mil vidas humanas por ese retraso. Ese es el número de vidas que se podrían haber salvado en ese corto periodo de tiempo si esas vacunas hubieran estado disponibles.

    El excesivo poder de las empresas farmacéuticas y su forma de actuar monopolística para maximizar sus beneficios a costa del bien común es la principal causa de la escasez de vacunas en la UE. Estas empresas nunca habían conseguido unos beneficios tan elevados, el incremento de esas ganancias es lo normal en una economía de mercado, pero no se puede permitir que ese objetivo entre en conflicto con el bien común de la mayoría de la población. Todo esto no ocurriría si no fuera permitido por los Estados y organizaciones internacionales que son los que facilitan que las cosas sucedan así dándoles la exclusividad y el monopolio de venta de estos productos esenciales para salvar vidas.

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