Sicas navajas y espadas
Las rimas consonantes serán “adas”
Palabra principal va a ser “espadas”
Los versos de once sílabas contadas
La décima y la sexta resaltadas
Se llama: Sicas, navajas y espadas
Ocultas en refajos. Oxidadas
De ausencias y desgracias provocadas
por finas cicatrices no curadas
Por odios y rencores enfrentadas
¡Malviven las navajas olvidadas!
De manchas de granate mal limpiadas,
memoria de las vidas arrancadas.
Agónicas, podridas y cerradas
A miles de miserias marginadas
¡Aún viven las navajas olvidadas!
¿Habremos de volver a las espadas?
Navajas altaneras afiladas
en las piedras, sagradas y talladas
a fuerza de martillo y dentelladas.
¡Malditas las navajas olvidadas!
¡Oh sicas convertidas en espadas
por piedras que a los templos fueron dadas!!
¡Oh templo de las piedras traicionadas
en formas de ataúdes recortadas!
Al roce de las sicas afiladas,
y al canto de las lenguas desdobladas
cruzaron, sin vergüenza, tus portadas
navajas que quisieron ser espadas.
¡oh piedras, navajas, sicas y espadas!
¡Al filo de un poema!... sois llamadas
¡a ser rimas de versos!... destinadas,
¡a ser puntas de plumas!... delicadas
y en lágrimas azules empapadas,
escribir, en oscuras madrugadas,
en busca de las Lunas masacradas.
Y entonces, por mis manos empuñadas,
jamás volváis de nuevo a ser manchadas,
de sangres, ni de vidas derramadas.