Serpientes de verano

Este verano, nuevamente atípico, es como el del año pasado. Olas de contagios, mascarillas, restricciones, distancias de seguridad, vacunas, confrontaciones, estadísticas... Y declaraciones de políticos a quienes les gusta el circo y la polémica. Son los grandes animadores de las tertulias, encargados de influir en los estados de opinión. ¡Creadores de cortinas de humo para ocultar los graves problemas laborales, territoriales y fiscales que acechan a la vuelta de los calores veraniegos! Muy divertida la ocurrencia del Ministro de Consumo para salvar el futuro del planeta tierra: hay que imponer una nueva “regulación dietética” mundial para el consumo de la carne. ¡Nuestra salud está en peligro, si no nos volvemos todos animalistas! Poco tardó el Presidente del Gobierno en responderle: “A mí donde me pongan un chuletón al punto... eso es imbatible”. ¡Qué gran “sintonía ideológica” entre carteras ministeriales! Maniobras de distracción, serpientes de verano. A mí buscadme a la sombra de algún árbol de la España olvidada. Cerca de fuentes de aguas cristalinas. O atardeciendo al cobijo de alguna brisa marina, bebiéndome la belleza de una puesta de sol y sin pensar en ningún horizonte. Porque hoy el futuro es mirar al cielo sin pensar en nada. Absolutamente en nada.