Seductoras imágenes, mentiras

Somos los humanos unos animales curiosos, nuestra capacidad cognitiva, aparentemente muy por encima del resto de especies, no impide dejarse llevar por los estímulos más básicos. Bastan un cartel o una imagen para arrastrarnos a un mundo virtual muy alejado de la verdad. En las obras ferroviarias de Las Infantas, se yergue un gran panel donde se lee “Línea de Alta Velocidad”; consiguieron el efecto pretendido, todos creyeron, aún lo creen, que a Jaén llegaría alguna vez el tren de alta velocidad. El poder hipnótico de lo visual es utilizado como reclamo para enmascarar muchas veces medias mentiras o falacias completas. La publicidad, la propaganda, se cimientan en nuestro lado animal. Muestra clara de todo ello es ver que no hay obra sin cartel, un panel donde fijar la vista y engañar la psique colectiva. No se reparan gastos en bombardear con imágenes, mientras el ser humano fija la mirada, parece quedar anulada su capacidad racional para pensar. El poder la imagen, método para vender humo y mantener el intelecto en perfiles bajos, dominables. Poco importa la verdad.