Se necesitan aceituneros

Como es lógico y natural se debe pagar en función de la calidad de los servicios prestados. Esto sería lo justo excepto cuando se trata de nuestros servidores públicos. Aquí lo que no cambia es el sueldo, aunque el rendimiento haya sido de una total inutilidad. Deja el cargo de ministro el señor Castells y los comentarios que se hacen sobre su persona es que ha sido cercano y tenía mucha empatía. Vamos a ver, es que aquí se paga por gestionar. Es como si acudimos a la consulta y el médico nos recita una poesía de Gustavo Adolfo Bécquer para crear un buen ambiente, pero su diagnóstico y resultados no sirven para curarnos. Es que el dinero público, ese que en parte es mío, debe hacerse rentable. No entiendo que haya personas que de ministros lo que tengan sea la facultad de gastar mis impuestos en sandeces como hace el señor Garzón. O tenga una condenada, como Isa Serra, un sueldo de más de sesenta mil euros por ser activista política. Si la actividad fuese partirse el lomo recogiendo aceituna, seguro que se habría dado de baja hace tiempo. Ya está bien de tomarnos el pelo y de ver a los universitarios repartiendo pizzas. Lo dicho, este año faltan en Jaén aceituneros y aceituneras.