Robos y cacos

Sin el mayor respeto ni escrúpulos, los que son proclives a ser amigos de lo ajeno no desisten nunca. Es una tara, una cruz la que llevan a cuestas estas personas, una desgracia. Siempre han existido los rateros, pienso que desde que el mundo es mundo y el hombre pisó por primera vez la tierra, ya estaban allí los ladronzuelos. En la actualidad permanecen sin lugar a dudas. Ejemplos de todos los colores, tamaños e ideologías tenemos. La sociedad ha tomado un cariz que asusta, la falta de valores es una pobreza grande para el ser humano. Están desaparecidos y se precisa con urgencia. Se están dando casos en los pisos compartidos por estudiantes que faltan cosas entre ellos. ¿Dónde está el compañerismo? Me comentaba una amiga del robo a la vivienda de un familiar. Pude verlo en su móvil. Atroz, dantesco. Las personas que hemos pasado por estas circunstancias tan desesperantes no podemos ver estas imágenes. Al momento se me representó mi caso. Este suceso aún peor. La casa era un amasijo de ropa, enseres, libros, formando un cataclismo indescriptible. Hay que tomar medidas severas a quien corresponda. Son numerosos los casos, están sucediendo todo tipo de ultrajes bajo un mismo epígrafe. Desorden.