Ríos revueltos

Esperábamos el fin del año con la esperanza de que se quedase atrás el virus y todo lo malo que había arrastrado a su paso. Sin embargo, los problemas no entienden de fronteras por lo que las dificultades globales solo pueden ser superadas con un esfuerzo colectivo. Durante la Edad Media la escolástica supuso el renacimiento de los valores clásico, la religión fue la respuesta y lo espiritual la cura de nuestros problemas. A día de hoy es común un esnobismo intelectual donde se reniega de la religión sin ofrecer nada a cambio, sustituyendo lo espiritual por lo material, ofreciendo resultados sin causas. Cuando leo el aforismo del científico alemán Georg Christoph Lichtenberg en el que, cuando preguntan a un hombre si ha logrado pescar algo, él responde que solo un río, me pregunto si de toda esta tempestad solo nos quedará revanchismo y posturas aún más enfrentadas. Los políticos nos gobiernan con engaños y dádivas, otorgándonos la mayor de las pobrezas: confundir la astucia con el fraude y fundar la riqueza en promesas. Cuando hayamos salido de esta situación, ojalá nos quede una hoja de ruta escrita con los mejor de nosotros.