Regalos de Reyes

Cuando, todavía seguimos flirteando con la ilusíón, haciendo balance de estos días de luces y de sueños, se nos acerca la temida cuesta de enero. Que este año viene además con más curvas que de costumbre. No sabemos aún muy bien los regalos que nos tienen reservados nuestros políticos, después de esta auténtica “sublevación social”, contra ellos mismos, que las elecciones andaluzas han supuesto. Hay que devolver a la política un carácter temporal. Los políticos deben ser servidores, no vividores, del pueblo. Hay que perfeccionar la democracia, no destruirla. Se luchó mucho por una libertad a la que ahora algunos pretenden coartar. El pueblo ha protestado contra lo políticamente correcto. Contra quienes predican una cosa, pero en la vida privada hacen lo contrario. Y reclama lo de siempre: paz social, justicia, trabajo digno y equitativo para todos... El pueblo necesita regalos. No papeles de envoltorio que escondan cajas vacías. Ojalá este nuevo año traiga para todos más bienestar, más sensatez. Que se enseñe de verdad en las escuelas que la base de la convivencia es el respeto. Que la base del progreso es el trabajo generoso y productivo. De no ser así, corremos el riesgo de ser cada vez, cada día, un poco menos hermanos, un poco menos felices.