Reclamar, pero hacer

Bedmar ha consolidado su apuesta en torno al espárrago con una empresa conservera que ha fijado población, ha creado empleo, y que comienza a expandirse con la pluralidad de productos. El emprendimiento, junto con una buena gestión política de mi tocayo bedmareño, que ama a su tierra, ha hecho subir un peldaño en los mapas agroalimentario y del empleo al corazón de Sierra Mágina. Como provincia, junto a las reivindicaciones contra el ninguneo, estamos llamados a seguir este camino. Jaén tiene las condiciones idóneas, así como la experiencia ancestral, para producir el 20% del aceite mundial, lo que en esta sociedad ya no es suficiente para mantener a la provincia; el estancamiento nos ha llevado a estar en cabeza del paro y salida de jóvenes. Busquemos soluciones dentro, con esta producción tiene sentido fábricas de envases, de tapones, de etiquetas, junto a empresas de logística, marketing, comercio en línea, por no hablar de productos alimenticios cuyo principal producto es nuestro oro, industria cosmética, o economía en torno a la salud y la gastronomía. Como catalizador una universidad, ya madura, con capacidad de generar emprendedores formados, gestores preparados y una cultura social colaborativa-competitiva.