Quítame el freno

Yo les suelo decir a mis alumnas que uno de los primeros pasos firmes en la igualdad, aparte de que no te controlen el móvil y sus tarjetas, es la independencia que te da un permiso de conducir. Eso de “cari me llevas” o esperar a que el machito alfa saque un hueco para poder ver el nuevo centro comercial, va quedando en el olvido. El hecho es que las autoescuelas, volvemos del confinamiento, 3 meses cerrados y encerrados sin producir, saldando gastos y acumulando deudas, con esa nueva anormalidad que nos confunde más que la noche al otro, y nos meten un sistema nuevo, el dichoso CAPA, que provoca que la falta de examinadores y personal en las Jefaturas de Tráfico pase a ser un problema para las Autoescuelas y sus alumnos, esos que quieren ser libres, trabajar o ir a la playa, mascarillas mediante. De poder examinar todas las semanas los alumnos que tuviéramos listos, hemos pasado a poder examinar cada dos y el número limitado que Tráfico nos ofrece, teniendo en cuenta que los funcionarios disfrutan de sus merecidas vacaciones y que no se reponen los que se jubilan. Y si no examinamos, no trabajamos, y el resistiré no resiste más... la mayoría somos autónomos, y vuestros centros de formación de conductores de referencia, estamos al borde de la quiebra y de un cierre irremediable. O nos hacen un stop o tendremos que ceder... y parar.