“Prenseando” en el cole
Prensear” palabro que no alcanza a ser incluido en los diccionarios pero que nos permite glosar merecidamente la labor que este periódico realiza a lo largo y ancho de los colegios de nuestra geografía jaenera. Cuando tecleamos “prensear” los correctores enloquecen y entienden “pensar” y hemos de darles la razón. Durante muchos cursos Juan Espejo y su equipo han recorrido centros escolares sin descanso para enseñar a pensar en crítico. A dilucidar entre realidad noticiable y opinión. A desgranar los entresijos de un periódico frente a las miradas de unos chavales que, quizá, se enfrentan por primera vez a la prensa, a manejarla en vivo y en directo en su aula, a saberse protagonistas y a imaginar si su futuro puede pasar por una redacción repleta de noticias.
El programa Prensa-Escuela tiene para mí un halo nostálgico que me resisto a obviar. Mano a mano con mis alumnos y alumnas recortamos titulares reorganizándolos. Hemos escrito noticias reales, imaginado otras, adaptado pies de foto, redactado realidades cercanas y, en el último escalón del proceso, nos permitimos editar un periódico escolar, primero con escasos medios, y luego una revista “con enjundia” en la que recoger todo lo acontecido en la comunidad educativa.
Un ciclo que atrapa, una forma de enfrentar la labor diaria que hace adictos entre el alumnado. Un espaldarazo a lo que los docentes añoramos siempre: dar pie a futuros ciudadanos no solo informados sino dotados de espíritu crítico, de capacidad escudriñadora ante los envites de la sociedad. No me cabe duda alguna que todos y cada uno de los niños y niñas que en esta edición se han asomado al mundo de la prensa han encontrado una pista distinta, un soplo diferente, una manera de ver lo publicado con ojos analíticos y mirada dispuesta a enjuiciar lo que pasa, adaptarlo a la propia identidad y obrar en consecuencia. El futuro de todos ellos pasa por la información que reciben, por cómo la digieren y, en última instancia, por la forma en que se enfrenten a su día a día teniendo en cuenta lo que sucede alrededor. Y ahí está el periódico, la información, el arte de saber discriminar entre lo verdadero y lo tendencioso, entre lo auténtico y lo “fake” por usar otro palabro, este sí aceptado y en uso cotidiano.
Participar en ese futuro colectivo es una actividad que honra a sus promotores y que nos permite vislumbrar una ciudadanía comprometida con la información. Y en el aplauso que merece me permito incluir no solo al equipo de Diario JAÉN sino también, además de a todos los alumnos y alumnas implicados, al grupo de docentes que se comprometen con la ardua labor de “prensear” en clase y que incluyen el periódico como material de estudio e investigación.