Poderes divididos

En la tumba de Charles de Secondat barón de Montesquieu y padre de la formulación de la división de poderes un rayo de luz se abre paso a raíz de que el presidente Sánchez anunciara en el transcurso de la inútil e inoportuna moción de censura de Vox que detenía el reloj de la reforma del Poder Judicial. Ha sido necesario el griterío en contra de asociaciones de jueces, constitucionalistas, organismos europeos anticorrupción y por último, según parece, tras el no de Casado a Abascal lo que ha decidido al gobierno a abortar lo que sería una medida dudosamente constitucional al margen de los rechazos apuntados. La lógica finalmente debería imponer que el órgano que dirige a los jueces lo elijan sus propios miembros antes de ser moneda de cambio de políticos.Y mucho menos que se pretenda cambiar el acuerdo de que sean los tres quintos del Parlamento los necesarios para su reforma por la mayoría que ahora detenta el coaligado gobierno de socialistas y Podemos porque eso tiene un tufillo de intentar ir tomando parcelas de poder por un portón lateral lo que apuntaría directamente a un gesto dictatorial. Lo escribió Montesquieu: los jueces son la voz que pronuncian las palabras de la ley.