Orgullo español

Hoy celebramos nuestra fiesta nacional. Aunque los orígenes de este “día de la Hispanidad” o “día de la Raza”, se remontan a 1918, bajo el reinado de Alfonso XIII y se consolidó como festivo nacional durante el régimen dictatorial franquista; el 12 de octubre sigue siendo nuestro día patrio, a pesar de que cada vez hay más voces que llaman a no celebrar nada. Personalmente, soy partidario de enarbolar nuestro orgullo español sin complejos y sin concentrarlo en un único día, haciéndolo extensivo durante todo el año. Teniendo como base la idea de que la dignidad patriótica no te la otorga el empuñar ni izar banderas. La satisfacción de una España grandiosa y empoderada radica en el reflejo de la aceptación de nuestra diversidad social, racial, ideológica, afectiva y moral, porque aceptar lo diferente y ayudar a quien más lo necesita es lo que genera unión y fuerza en nuestro pueblo. Aquellas personas ultra exaltadas que dividen y destruyen la nación, apoyándose en la gentrificación, no serían nunca un ejemplo de buen español patriótico. En Andalucía han vuelto a dejar en los colegios a más de 12.000 familias sin comedores escolares, muchas de esas familias en riesgo de exclusión social. Menos banderas y más ayudar a llenar las neveras.