Ochenta años “JAENeando”

    10 ene 2021 / 17:07 H.
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    Ochenta años, apenas un suspiro en la vida de una ciudad, pero todo un bagaje en la maleta de sus habitantes. Ochenta años pueden ser una losa que aprisione y nos deje sin esperanza o, por el contrario, un gozo inmenso lleno de optimismo. En el caso de este “nuestro” Diario JAÉN, la segunda opción es la que prevalece, la que impulsa hacia adelante sin dejar de mirar por el retrovisor para recordar el camino recorrido, aupar la vista ante las dificultades pasadas o venideras y levantar la cabeza para continuar por la senda que marca lo que acontece y, por supuesto, ondeando nuestras opiniones al respecto. Ochenta años “JAENeneando” son muchos años. Pero también pocos. Necesitamos que el impulso de un periódico dedicado a lo nuestro, a la vida diaria y cotidiana de las gentes que hacemos ciudad, provincia y más allá, siga incrustado en el genoma que nos hace jaeneros. Necesitamos una ventana en la que mirar, crecer, observar, opinar, sentir, aplaudir y criticar lo que acontece a nuestro alrededor. Necesitamos notar que por nuestras venas de jiennenses más o menos apáticos como dicen algunas malas lenguas corre también la tinta del papel impreso, el olor de rotativa atenta, el ronroneo del papel al deslizarse no solo por las manos sino también por nuestra mirada. Nadie como Diario JAÉN nos acerca, nos ha acercado, nos acercará, a una realidad a veces incómoda, a veces sublime, en ocasiones terca y en otras valiente. Sus gentes, esas que duermen y se levantan con el canto no ya del gallo mañanero sino del sosegado estruendo de la redacción, se transmutan en nuestros ojos y nos ofrecen un panorama con el que podremos estar de acuerdo, criticarlo, asumirlo o tratar de cambiarlo pero que, con el efluvio palpitante de la noticia cercana, nos construye día a día, nos alimenta y nos empuja a ser ciudadanos aunados por el sentido crítico que solo impulsan el conocimiento digerido, la sabia razón de quien se preocupa por mejorar y la valentía de apoyar lo que queremos y pensamos. Lejos quedan aquellos años cuarenta en los que estas páginas vieron la luz primigenia pero la memoria, que no es otra cosa que la visión que tenemos de la Historia, ha quedado prendida indisolublemente a lo que aquí se contó. Nuestra vida jaenera puede consultarse no solo vía hemeroteca sino también en el pulso de todos quienes nos la han ido presentando mañana tras mañana. Desde la dirección hasta los redactores pasando por trabajadores y colaboradores y terminando en los fieles lectores que son quienes dan sustento a un periódico, todos formaron, forman y formarán una familia presta a declararse jaeneros con orgullo y a dedicar todos los esfuerzos posibles a levantar nuestra tierra. Y ahí seguiremos.

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