Nochebuena de incertidumbre

    24 dic 2021 / 16:32 H.
    Ver comentarios

    El virus se ha convertido en el protagonista de nuestras vidas, incluso en Nochebuena. Vivimos pendientes del número de contagios. Creíamos que la vacuna sería la solución, pero solo es un parche para que nuestro mundo no acabe de desinflarse del todo. Y será poco más hasta que todos nos concienciemos de que es necesaria y hasta que llegue a todos los países, incluso a los más pobres. En estos días agitados, me gustaría volver a mi infancia, me asaltan los recuerdos de esas tardes frías de diciembre, en las que me reunía con otros niños, vecinos y amigos, para ensayar los villancicos que cantaríamos en Nochebuena. Era costumbre ir por el pueblo, de casa en casa, para pedir el aguinaldo; así nos ganábamos unas pesetillas y terminábamos empachados de polvorones. Recuerdo, cuando ya era un poco más mayor, la resaca del día de Navidad, casi siempre bajo un olivo, que mi padre no entendía de fiestas de guardar y sí de coger aceituna. Siento nostalgia de esos años despreocupados, cuando a la mesa llegaban manjares más modestos y no sabíamos quién era Papá Noel, pero que disfrutábamos con tranquilidad y sin tener que hacernos un test de antígenos antes de reunirnos con la familia.

    Articulistas