No hallaréis paz ni perdón

    20 may 2020 / 16:26 H.
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    Tal vez, la Justicia venga algún día y en forma de dignidad se instale en la consciente conciencia de las mujeres y hombres de corazón limpio para de forma eficiente expandirse hasta el más recóndito de los rincones que hoy sufren el dolor de la enfermedad y la muerte, y el sufrimiento del hambre en las carencias de las necesidades básicas. Y quienes provocáis afligimiento, opresión, destrucción y ataques; ante todo ello seréis entonces señalados como bestias impías en las que en vuestras noches y días seréis abrasados por el fuego llameante de vuestras propias conscientes conciencias que no podrán ser purificadas ni en el juicio final de vuestros días en la Tierra. Mientras el país de las Españas se desangra los sátrapas del régimen del 78, ajenos a la comunidad de rebaño, desde el cinismo y la hipocresía triunfan ante la vida defendiendo sus valores, (los valores bursátiles) del IBEX 35 y resto del poder económico. Defendiendo sus mentiras inventadas de gran crisis económica que tratan de sustentar con una desconcertante pandemia en la que no logran ponerse de acuerdo ante su actuación solucionable que devuelva el concierto de unidad para proteger la vida de todas las personas que temen por la afección de su salud por el alcance del covid-19, nos toman por idiotas. Idiotas a los que, sin piedad, darán otra vuelta de tuerca para robarnos hasta el alma y de esa manera hacerse dueños absolutos de cuantos se dejen robar para así seguir acumulando su pestilente dinero que reparte dividendos y los cubre de poder y privilegios que niegan la dignidad de todos cuantos no pertenecen a su élite de bestias impías que desde su respiración con sus propias exhalaciones pudren la tierra. Hay relatos de vida que podrán creerse o no creerse, cuando se ven, o lo son contados. Pero los ojos no pueden cerrarse al mundo, a la vida que transcurre en él. Y es hoy, que los ojos están viendo cosas que no debieran ser vistas mientras los sátrapas siguen corrompiendo a la humanidad y la descarrían para que haga sacrificios a los demonios “como si fueran dioses”. Dos meros relatos del hoy inmediato: Madrid, concentraciones en la calle Núñez de Balboa del barrio de Salamanca y las interminables colas del hambre de personas que piden comida en el barrio de Aluche. No hallaréis paz ni perdón, ya que ni la misericordia ni la paz os escucharán.

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