No al retraso

España está sufriendo desde hace meses una plaga casi bíblica. En Marzo y Abril se cerraron los colegios porque los niveles de agotamiento del sistema sanitario y de contagio fueron insoportables. Hoy la situación es distinta y no se puede comparar. Sin entrar a analizar si la política sanitaria y escolar de la primavera fue o no la correcta, todos tenemos claro que el país no se puede volver a parar. Ahora bien, si queremos poner adjetivos al comienzo de este curso por parte de las autoridades escolares, serán mil: mes de julio perdido, descoordinación entre las Administraciones Local, Autonómica y Estatal, cursos de “pacotilla” para los directores de centros y/o maestros, improvisación, falta de medios materiales y personales, etc. No se pueden duplicar las aulas y tampoco el personal. Ni inventar dos realidades: una escolar y otra de vida diaria. Retrasar el comienzo del curso para una supuesta colegiación perfecta, magnifica y utópica es ridículo. Tendremos que hacer como con todo: empezar a funcionar, mejorar seguridad y garantías y si hay incidencias: se cierra el Colegio. Ya lo han hecho en Francia.