Next generation UE

Next Generation UE (Próxima Generación Unión Europea) es la respuesta de la Unión Europea a la crisis generada por la pandemia del coronavirus (covid-19) en el mundo. Fue el pasado 21 de julio de 2020, fecha que pasará a la historia de nuestro proceso de integración, cuando el Consejo de Europa acordó poner en marcha un instrumento para la recuperación de los países integrantes de la Unión, dotado con un total de 750.000 millones de euros, que se financiará mediante la emisión de deuda pública por parte de la Unión Europea, es decir, deuda mutualizada de la que serán corresponsables los 27 países que al día de hoy la integran. Decía el Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, el pasado mes de abril de 2020, que “Europa no tendrá futuro si no se puede encontrar una respuesta conjunta al shock excepcional que ha supuesto la pandemia”. Pues bien, Europa lo ha encontrado con este “Plan Marshall del siglo XXI” que es Next Generation UE.

Las principales novedades, respecto a situaciones anteriores, de esta respuesta europea a la crisis económica y social actual son, en primer lugar, que la misma ha sido más rápida; si en la Gran Recesión de 2008 se tardaron más de dos años en reaccionar, en esta ocasión ha sido cuestión de meses, puesto que la crisis estalla a comienzos de 2020 y en abril-mayo ya estaba pergeñado el plan de recuperación y en julio aprobado. En segundo lugar, que en la anterior crisis se primaron las cuentas, el cumplimiento de los objetivos de déficit y de deuda pública, el equilibrio financiero, mientras que en esta ocasión se ha puesto por delante a la gente, a las personas, aplazando sine die el cumplimiento de los criterios de déficit y de endeudamiento, al menos hasta la superación de la pandemia. Se ha admitido una política decididamente keynesiana, mediante los programas de ayudas a las pymes y autónomos, los ERTEs a los trabajadores y el incremento del gasto público para hacer frente a la crisis sanitaria. En tercer lugar, la diferencia viene marcada por el volumen de recursos comprometidos; así, a los 750.000 millones de euros, financiados mediante la emisión de deuda comunitaria, hay que añadir 1,07 billones de euros del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 de la Unión Europea, que permitirá abordar un volumen de inversiones sin precedentes en los próximos años. Además, también constituye una novedad el hecho de que el plan se financie mediante la emisión de deuda conjunta mutualizada, es decir, que los costes y los riesgos de la emisión se soporten de forma conjunta por parte de todos los países de la Unión. En suma, en esta ocasión la respuesta ha sido más rápida, más potente, se ha pensado antes en la gente que en las cuentas y ha tenido un carácter federalista.

Next Generation UE se compone, además de otros instrumentos, del denominado Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), dotado con 672.500 millones de euros, de los cuales 360.000 se destinarán a préstamos y 312.500 se constituirán como transferencias no reembolsables. Su destino habrá de ser la transición ecológica; la transformación digital; el crecimiento inteligente, sostenido e inclusivo; la cohesión social y territorial; la resiliencia sanitaria, económica, social e institucional, etc. De toda esta ingente cantidad de recursos, a España le corresponden una dotación global de 140.000 millones de euros. El Plan de Recuperación que estos días prepara el Gobierno para su remisión y aprobación por la Unión Europea prevé que 70.000 millones serán para inversiones durante el periodo 2021-2023. Seguro que será mucho el ruido durante estas próximas semanas, de propaganda por parte gubernamental y de descalificación por parte de la oposición. Al margen de ello, creo que hay que quedarse con lo esencial, y eso no es otra cosa que la Unión Europea ha reaccionado bien y pronto, así como que España puede reformar su modelo productivo con estos recursos y afrontar la superación de la crisis y la recuperación. ¡Ah! No puedo terminar sin preguntar si Jaén, si nuestra provincia, sacará algo de esta lluvia de millones. Esperemos que sí, necesidades tenemos y, además, sabemos en qué gastarlo.