María Guadaña

09 mar 2019 / 11:25 H.

El 28 de febrero y arropada por cuatro musicazos se comió con patatas el escenario y al numeroso y cualificado personal asistente al concierto en la mítica sala Caracol de Madrid. La conocí hace unos veinte años, en la producción de Etnosur y, con el paso del tiempo, Herminia Martínez goza, dentro de su gremio, del crédito que muchos quisieran para sí: es una puta máquina que compagina como nadie la profesionalidad y el buen rollo. Esta ingeniera de sonido y productora ha conseguido crecer, desarrollarse y ser respetada en un mundo de hombres: la música no es una excepción. Para este proyecto ha contado con dos profesionales de nuestra tierra, la directora de arte Sonia Hidalgo y la fotógrafa Ana Pancorbo y con el aliento de sus amistades, que son un mundo. Ahora, en este paso hacia delante, nos presenta su “alter ego”, María Guadaña, con una propuesta arriesgada y distinta en un panorama musicalmente bastante modorro. Por lo visto, oído y contrastado, tiene todos los mimbres, con un poco de suerte, de dar un pelotazo. María Guadaña ha venido a darnos gloria mareá, María Guadaña ha llegado para quedarse.