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a cero

    28 may 2019 / 17:14 H.

    Que no sea por falta de oportunidades. Que nunca quede un volver a intentarlo. Un empezar de nuevo. Pero que siempre sea por una razón verdadera, por un interés y una ambición compartida y justa para ambas partes. No se trata de hacerse fuerte a costa del más débil, ni de aprovechar la bondad del más generoso, o del que menos tiene. Un héroe se hace, no nace, y puede ser el más pequeño pero hacer grandes cosas y llegar a ser un gran líder siempre que las haga de corazón y con cariño. ¿Acaso lo que es bueno para todos no es bueno para uno mismo? Un por vosotros no es verdadero si un yo va primero. Que no se trate de un proceso destructivo de lo que mejor o peor se haya construido, sino que sea un tratar de mejorar lo que ya está hecho. Una apuesta la puedes ganar o la puedes perder, pero sin esa iniciativa, sin esa toma de decisiones y sin ese riesgo nunca sería una apuesta, y la duda reinaría siempre en el país de la incertidumbre. Los errores están para corregirlos y las oportunidades para aprender de ellas. Valientes son los que no solo no se esconden y los asumen, sino los que saben reconocerlos.