Manuel Parras. Un valor seguro

    21 abr 2021 / 10:39 H.
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    Hace cinco años, con motivo de recibir la Medalla de Oro de la Universidad, le oí con gracejo un dicho oriental que es muy de su oficio: “chino triste no abre tienda”; la receta de Manuel Parras para abrir el camino del progreso a nuestra tierra: talante, optimismo y “a vender”. Es lo mismo que enseña en la Universidad y en esa otra docencia social que imparte desde el CES provincial; pero Jaén no ha aprendido la lección y la Diputación le renueva el mandato para que siga, que falta hace. Es también presidente de la IGP “Aceites de Jaén”, otra gran palanca necesaria; tiene como líder social la condición más precisa y menos frecuente por estos pagos: la capacidad y ganas de trabajar, que aquí escasea. Sus trabajos, informes y dictámenes se cuentan por verdades incontrovertibles; sus publicaciones, aciertos plenos; es, como ha dicho Antonio Garrido, una de las mentes más lúcidas de la provincia. El chino sigue triste, aunque estemos en “tierra de oportunidades” y “lo peor que podemos hacer es ser inconscientes”. Tiene ideas claras: lograr compromisos y complicidad de Gobierno y Junta, hoy esquivos; mientras aquí seguimos como la cigarra de la fábula. ¡Así no hay quien venda!

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