y padres

    21 may 2019 / 16:38 H.

    Algunos por vocación, otras por interés, unas por amor, otros por descuido, el hecho es que somos lo que somos gracias a que lo somos. Padres. Madres. Sin libros de instrucciones. Y, justo después de sumar, justo antes de escribir, a la misma vez que respetar, deberían enseñarlo. A amar. Vamos a la guardería, al colegio, al instituto, a la universidad, y nuestros padres tienen la agenda tan llena que solo les queda espacio y tiempo para incluirnos en esa vida voraginosa, y los llevamos (pasemos la oración a activa) a todo aquello que creemos necesitan, tal vez porque no lo tuvimos de pequeños, y los queremos hacer tan preparados, tan especiales, tan fantásticos, que olvidamos lo esencial. Pasar tiempo con ellos, disfrutarlos, jugar tirados en el suelo y escucharlos de verdad, no mientras vemos los “me gusta” en el móvil. Cuando tengan 14 años y hagan lo mismo, pensaremos que están perdidos, exigiremos y echaremos la culpa a todos aquellos formadores... a los que tú los llevaste. Edúcalos. Fórmalos. Críalos. No delegues en los demás lo que te corresponde a ti. Respétalos y se harán respetar. Y mañana, cuando sean abogados, médicos, periodistas, profesores, albañiles, el mundo será mejor. Y tú te sentirás orgulloso de esa labor tan bonita, a veces ingrata, pero maravillosa, de...ser padres.