Leer en verano

Las vacaciones, el que pueda disponer de ellas, son un tiempo de descanso y de relajación propicio para hacer actividades lúdicas y recreativas que rompen la rutina de los meses anteriores. Intercalada entre el ocio, no deberíamos olvidarnos de la lectura. No digo que haya que estar leyendo todo el tiempo. El lugar del veraneo es para disfrutarlo y no para encerrarse leyendo. No cometamos ese error, que alguna vez hemos hecho, de llenar la maleta de libros que, una vez en nuestro destino, no abriremos, quiero decir que seguro que abriremos la maleta pero no los libros. Sin embargo, en muchos momentos de nuestro periplo vacacional dispondremos de pequeños paréntesis o intervalos muertos en los que poco o nada hacemos. Son momentos ideales para una lectura tranquila y reposada aunque inevitablemente breve. Pero ¿qué leer? No debemos leer textos largos, complicados, que exijan mucha concentración del lector sino algo más ligero y liviano como pueden ser relatos cortos o cuentos. Pero se me ocurre algo mejor: Leer periódicos, lea los periódicos locales de su lugar de residencia, se enterará de muchas cosas, estará informado de la actualidad y apoyará a la prensa de papel.