Las uvas de la ira

    16 jun 2020 / 16:51 H.
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    Al igual que en la novela de John Steinbeck, la gente quiere vivir con dignidad de su trabajo, así también los más de 500.000 hogares en pobreza extrema —menos de 250 euros al mes—. La aprobación del Ingreso Mínimo Vital es una excelente noticia que va a auxiliar a cerca de 3 millones de personas. Aunque en su aprobación en el Congreso ningún grupo parlamentario ha votado en contra (solo la abstención de Vox), no es menos cierto que tanto la derecha como la extrema derecha han venido criticando la medida, calificándola de “paguita”, que solo podía desincentivar el trabajo, aumentar el fraude fiscal y favorecer el clientelismo. El importe de la medida se cifra en 3.000 millones de € anuales, financiados vía presupuestos y los importes van desde los 462 euros a los 1015. Recortes Cero celebramos la medida, pero es insuficiente, pues a la recesión que ya se preveía antes de la emergencia sanitaria, se une el coste económico generado por la inactividad durante la pandemia y que las élites financieras pretenden cargar a las espaldas del 90% de la población, aplicando más ajustes y recortes. Solo un programa de redistribución de la riqueza, que genere nueva riqueza, puede proporcionar el empleo de calidad que necesitamos.

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