Las cosas fueron así

23 jul 2018 / 08:23 H.

No es nada nuevo el hecho de que cada quien escribe la historia, como habla de la feria, según le va. Los hechos suceden y se suelen ver e interpretar desde diferentes ángulos y, casi siempre, arrimando el ascua a la propia sardina. No es que el tema del que les voy a hablar tenga excesiva relevancia pero como ya han sido varias las ocasiones en que he visto cómo se tergiversan ciertos hechos relacionados con el Real Jaén y, algunos de ellos los viví yo desde dentro de aquel ámbito futbolístico, quiero dejar clara una cuestión, que me recordó hace unos días por teléfono mi buen amigo José Luis López Carmona, popular y entrañablemente conocido por “Viguri”. Vaya por delante que me alegré mucho de escuchar su voz porque hace años que no nos vemos y yo conservo en mi mochila infinidad de recuerdos compartidos con él en aquellos tiempos en que yo era crítico deportivo de Diario JAEN y él dirigente del primer club jiennense, allá por los años finales de los 70 y principio de los 80.

En la temporada 1980-81, José Luis López fue vicepresidente del Real Jaén que presidía Antonio Ruiz. Una campaña sin relieve, sin éxito, que terminó con las arcas vacías del club, casi como siempre. El Real Jaén estaba abocado a la desaparición y fui yo precisamente, ayudado por Pepe Gutiérrez y algunos aficionados más, quien convocó una reunión en el Castillo de Santa Catalina en la que salió una nueva directiva para salvar al club. En asamblea celebrada días después en Radio Jaén, José Luis fue proclamado presidente, pero el club sería realmente regido y administrado por una junta económica presidida por Joaquín Cortizo, en la que estaban Norberto Orihuela, Narciso Pérez, Manuel Jiménez, Enrique Delgado y Mateo González, seis directivos a los que al final de temporada se unió Amadeo Pérez, quien asumió la presidencia tras dimitir José Luis López.

Después de la incorporación de Amadeo a los seis que integraban la comisión económica, y ya sin López Carmona en la directiva, es cuando a alguien —que no fui yo— se le ocurrió llamar a este grupo “los siete magníficos”, de los que, ya se lo recodaba hace pocos días, sólo viven tres. Esto quiere decir que, aunque convivió una temporada con ellos, José Luis nunca fue considerado integrante de los llamados “magníficos”. Lo que no quita mérito a las muchas horas de trabajo y sacrificios que dedicó al Real Jaén, algo que siempre se le habrá de agradecer.