La tormenta perfecta

    26 jul 2021 / 16:52 H.
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    El hombre (mujer) es el único ser que tropieza dos veces en la misma piedra. La mujer creo que igual. Pero el refrán se aplica literalmente; repito, en la misma piedra. Si es similar, parecida o que se encuentra un poco más arriba, reseteamos información y volvemos a aplicar el refrán. Y así nos va. Partimos de “no se podía saber” y acabamos no sabiéndolo nunca. Que tenemos más olas que una playa con bandera roja en un día de resaca (tras una semi noche de juerga). Cuando comenzó todo esto, la falta de previsión de las autoridades me sorprendió tanto como la ausencia de contundencia en las mismas. Pero cuando dictaban las leyes, miles de consejeros fantasmagóricos mediante, las aplicábamos al límite. ¿Reunión de 8 y vamos 10?, mesa de 6+4. Si el toque de queda es a las 12, tiramos la basura a las y 5. El cansancio nos limita el ya de por sí cuestionable sentido común. Juro que aparte de controlar a mi basurilla era de los que me leía (la parte importante de) el BOE o el BOJA, mi móvil una consultoría legal. Pero ya no se si tengo que llevar la mascarilla en el baño de casa de mi suegra, si tengo que sacar al gato con bozal antes de medianoche, si puedo pedir más de 4 cañas en el bar o si Fernando Simón es un surfero o un científico loco...

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