La red del trapecista

Han comenzado las rebajas y parece que este año no están teniendo el éxito que se esperaba, otro varapalo más para la economía. Es una realidad que los estilos de compra de los consumidores han variado, ya se veía venir, aunque ha sido la pandemia la que ha acelerado este cambio. Las numerosas campañas de sensibilización para la compra en los comercios de cercanía se vieron truncadas con el confinamiento y desde entonces la escalada de cierres de establecimientos se ha agudizado. Reinventarse o morir, frase popular que en la que muchos basan sus estrategias para recuperar el rumbo de su negocio, porque para seguir en la brecha hay que renovarse y hacerlo en sintonía con el desarrollo de las circunstancias. Estamos inmersos en un mundo digitalizado y para sobrevivir hay que estar en la red, porque la economía de una empresa ya no depende de los kilómetros que la separan de sus clientes, sino de su capacidad para responder a las necesidades de estos, lo que supone estar a un toque de whatsapp o a un clic en la tienda online. Internet puede evitar que un pequeño comercio se vea abocado al cierre y al igual que la red del trapecista, le puede salvar la vida cuando se precipite al vacío.